.... y llegó el momento por el que tantos pagaban que sucediera: me cansé. No de escribir, porque los escritores escribimos hasta cuando hablamos, aún en el mundo dominado por los 140 caracteres.
Me harté, me desgastaron los NO y las CRÍTICAS. Que no puedo publicar algo que escribis de tal forma, algo de historia porque mis amigos se pueden ofender por un hecho hsistorico innegable sucedido cuando ni sus bisabuelos habian nacido. Se ve que con mis amigas de otros paises nos tomamos las cosas más calmadas, porque en el 2010 escribimos una serie de escritos y el personaje historico que ligaba palos, los ligaba: 200 años atrás no estabamos en el mundo y de estarlo, no nos consultarían para su obrar.
Que por este u otro motivo no puedo publicar algo escrito en nombre de una gata -una gata que ya no está más en mi vida y su falta es un lanzazo directo al alma de esos que cualquier roce reabre y sangra todavia.
Pues tengo una noticia, que creo que voy avisando un poco tarde: diganme NO, QUE ME GUSTA. Díganme NO y es un MIRA COMO LO HAGO.
Creo que la proxima vez van a pensarlo dos veces antes de decirme que no, porque desde el escrito en nombre de esa herida abierta que sangra a la luz del plenilunio del verano sudamericano, el autor de los NO, tambien se convirtio en el unico lector; el lector de todos mis escritos, desde el alba hasta la medianoche, las madrugadas insomnes, las fotos del Sol intentando abrazar a la Luna, del dolor de la ausencia de los seres y lugares queridos, del fracaso rotundo estampado en el cuerpo, y del dolor del alma llamando y pelándose los nudillos ante la puerta del Mas Allá.
El día que le hice un backup al archivo, el unico con clave en mi equipo, resultó un archivo largo, un tocho de más de 500 paginas si fuera editable, que recorria un sinuoso y penoso camino, y al leerlo entre las dendritas y axones asomó el motivo de aquellos NO: celos de escritores. No veo porque, porque el estilo de ambos es totalmente distinto, por no hablar de temas y puntos de vista, y sin dudar le comenté el motivo escondido de tanto no de su parte a la cara, de frente y sin anestesia ni estudios prequirurgicos previos, innegado e innegable.
A quien le guste, le disguste, le moleste o le importe, tarde tambien aviso que por mis venas corre tinta más que sangre, que hasta dormida encadeno letra tras letra, y que sueño historias completas el dia que los fármacos le ceden por un momento el timón del descanso a mi cerebro en las confusas brumas y aguas abiertas, con vientos francos y sin costa a la vista en la deriva del dormir. En cuanto al tocho, o archivo de copia, corrio el destino esperable a todo mal recuerdo que hoy ose pasearse por mi vida: sin darle una sola mirada de despedida, sin ceremonia sencilla ni emotiva, le clavé sin piedad, en medio del corazón la estaca filosa de un delete.