viernes, 25 de febrero de 2011

Personalidad envenenadora.

Con motivo de una nueva historia de Isabel Barcelo, donde se largo con todo a relatar la mitica fundacion de Roma, segun un muy particular punto de vista: el femenino, y siempre a traves de multiples voces, ampliando la historia; efectuo una convocatoria a quienes desearan participar dejando volar la imaginacion. Simple: Elegir un nombre del personaje, una actividad de la epoca y personalidad. Considerando que en esta ocasion las gentes de mal vivir eran muy aceptadas, decidi calzarme el traje de villano o villana, segun conviniera a la historia.
Asi, me converti en Calixto/a, un envenenador/a de los buenos, que envio la siguiente carta de presentacion:
Mi querida señora, permitame presentarme y ofrecerle si es necesario mis servicios. Puede llamarme Calixto o Calixta, como prefiera, en general no doy mi nombre y me contactan de manera rigurosamente secreta.
Tengo la sana costumbre de no hacer preguntas, aunque en general no ejerzo mis artes con niños. No solo me repugna, sino innecasario dado que el tiempo muchas veces lo soluciona solo y muchos no llegan a la juventud sin intervencion alguna.
Aunque si he ayudado a alguna matrona a no tener algun hijo no deseado o que complicaria su situacion, o salvar su vida de un parto que la mataria si es de caderas estrechas y trabadas.Como vera, tengo precio, pero tambien cierta etica. Tambien con mis trabajos la tengo.
Siempre es grato ver al enemigo revolcandose de dolor; mientras a los demas los corroe el miedo de ser los proximos en la lista. Sin embargo un buen envenenador, no deja cabos sueltos: un cocinero, esclavos que bajo tortura pueden irse de lengua.
El mejor trabajo es silencioso y solo el lo sabe.
Y es mas simple de lo que parece.

No es muy dificil tampoco, he de confesarlo. Hombres... se aturden con musica, perfumes en el ambiente y una mujer bella delante; un poco de vino y se les puede dar el veneno directamente que no se dan cuenta, o se lo tragan con el vino sin notar sabor extraño.
Insisto en que los mejores trabajos son aquellos en los que nadie se de cuenta, ni siquiera en el gusto del vino, que parezca el fruto de sus excesos, de su lujuria o su amor a la tinaja de Baco.
El silencio de una llama que va quemando sus vidas mientras libera vapores mortales, o una cena pesada que los haga darse vueltas en la cama mientras aspiran cada particula de veneno entre las plumas de la almohada sin saber que no veran el nuevo dia. Eso, es un trabajo bien hecho.
Si necesita de mi, no dude en llamarme. Ya sabe como.
Oh, he estado paseando por el bosque, recogiendo hierbas -es falso que deben ser a la luz de la luna o cuando esta tiene determinada forma- noto que una de las damas que nombra, esta en estado digamos... comprometido. Si no es muy tarde, puede que necesite de mis servicios. No hay que esperar mucho tiempo tampoco, pues no siempre resulta bien. Cuanto antes, mejor. Puede estar tranquila que jamas utilizo eleboro negro, si bien es efectivo sienten que se les va la vida y las tripas con este. Mis productos son mas antiguos, efectivos aunque logicamente mas caros; la seguridad tiene su precio.
Entiendo que no estan en buena situacion, pero en ocasiones, favor con favor se paga, en el debido momento que lo necesite.
Mercurio en todos los caminos.
Calixto/a

Si pretendia que recreara a un experto en venenos, pomposo, rimbombante, cinico y jactancioso de si mismo, capaz de cobrar en cualquier moneda, me parece que no logre: Hubo disputas por el puesto....
(Ilustracion: John W. Waterhouse)

miércoles, 16 de febrero de 2011

La duda y el desvelo.

Mas de una vez me he desvelado pensando si yo estaba a la altura de las circunstancias de los personajes, alguna madrugada me ha encontrado despierta buscandolos entre viejas reseñas o pensando porque, porque de alguna forma calaron hondo en mi, o si me eligieron por algun motivo que ignoro... Ahora tienen que esperar.

Dionisia Portes y José Hoys Mallorca juegan a las escondidas con nuestros días desde hace tres meses, cuando nos deslumbró la obstinación con que cumplían sus rutinas en el ojo del huracán.

Nos preguntamos el porqué un historiador tropieza con un legajo y no con otro. Porqué desecha éste y se fascina con aquél.

¿Será que nos eligen para recrear la historia de sus vidas? ¿Seremos las adecuadas para salvar la distancia entre el frío expediente y, esa realidad suya del día a día, que se les volvió una carátula?

José y Dionisia nos miran confiados a través de los casi 110 años transcurridos. Nosotras los vemos menos seguras, con la angustia de quien busca y choca con las absurdas realidades administrativas que se empeñan en mantenerlos silenciados.

Así es nuestro oficio, en ocasiones una gloria, otras un chicle amargo, siempre una aventura.


“El silbato agudo del ferrocarril a vapor, con su nube de humo eleva los deseos de Dionisia de verse hermosa; una dama en el traje hecho por sus manos de costurera; sus anhelos de ser una señora mientras pasea del brazo de José por los atestados cafés de la París de América.
Está muy lejos de Sevilla, es igual, apenas la recuerda. Acá, el marcha al paso señorial de los caballeros, todos con sus bastones, sus sombreros, sus camisas níveas, una de las que él corta con perfección.
Salidas nocturnas, reglas rotas, juegos prohibidos, mientras se impregnan los oídos con el toc-toc parejo de los cascos de los caballos que tiran del tranvía y, los acordes del tango en lo de Hansen.”

 

©Alejandra Sotelo

Ilustracion: Pareja enamoradiza. Foto sin datar, a bordo de la Fragata Sarmiento, circa 1900, cortesia del Sr. Mey, administrador de Histarmar Argentina.

lunes, 14 de febrero de 2011

Algo sobre el arte de historiar.

Van a encontrar el gran descubrimiento historico, cuando este listo, justo a punto y con todos los datos corroborados.
Si, microhistorias, cosas y sobre todo personas rescatadas del olvido, para que no se pierda.
Al contrario de lo que a la mayoria nos enseñaron, la Historia no es aburrida, no es de bronce: son personas de carne y hueso, personas comunes que se vieron en circunstancias extraordinarias.

Pasen y vean, asegurado que cambian su idea acerca del tema.


Foto: Despues de casi 200 años, la tinta aun brilla por el alto contenido de plomo que contiene: Fragmento del rancho (provisiones del buque) del Bergantin Hills con destino al Rio Senger, en Buenos Aires, 1812.