The Ship (extacto)
El grupo bajo a tierra con renovada alegria, los solos a buscar donde saciar necesidades que eran pocos pues Marie se encarga bien de ellos, los matrimonios del brazo o por su lado segun se lleven, y por primera vez se animo a poner pie fuera de mi la francesa y la muchacha que es como su hija.
Se corria la noticia de una colorida boda local por la playa y la mayoria no queria perdersela, le tocaba perdersela al Capitan que iba por los materiales de recambio, los que corrian con el abastecimiento y la aguada. Por la playa caminaba un grupo no muy numeroso, los Fiskk que deben haber discutido porue desapareciron pronto, los Jorsk que mantenian distancia prudente con las pasajeras sin paga de viaje, y un grupo de marineros, cerrando la marcha la francesa con la joven tomadas del brazo, mientras el otro grupo les gritaba que iban en direccion contraria, cosa que se nota, ninguno escucho.
La francesa... la tenia todavia en observacion, pues me parecia demasiado volatil, insegura, asustadiza por no ponerle de entrada rotulo, si bien no se empeña en envejecerse o afearse como al prinipio, aun viste de colores oscuros casi rayanos al negro y no me explico como soporta esas telas pesadas con el calor, aunque por lo menos lleva casi siempre al cuello algun pañuelo de encaje barato pero que se ve bien y le da un aire distinto a su rostro grave. Me estaba enteniendo en su aspecto y sus cuitas cuando la Jorsk pego un grito, se dio vuelta y cubriendose la cara tomo dreccion contraria a la carrera, seguida de su marido y los marinos se quedaron mirando que sucedia mientras unos chillidos estridentes evidenciaban sufrimiento. Un grupo de unos 15 mocetones locales estaba preparando la forma -no voy a darle a nadie ideas de crueldad- de matar dolorosamente lo que a juzgar por el contenido de una bolsa eran gatitos. No esaba el ara del sacrificio en condicones parecio a juzgar por el resultado obtenido con las ratas a juzgar por sus chillidos de agonia y debieron medir a ojo la bolsa y acomodar un poco mas el ara de sacrificio ante la mirada de los marineros y la expresion de espanto en los ojos de la francesa y la chica. Parecio que todo estaba listo, y cuando iban a cumplir su poroposito, mas rapido que el rayo algo estallo en la mujer.
Años de imposiciones tras imposiciones, duras y pesadas como lapidas, mas las imposiciones de todos los dias, el callar y acatar, mas imposiciones o mas lapidas que la habian sepultado en vida vinieron a estallar en ese momento: desde el fondo del alma, los huesos, explotaron en la piel como un volcan y con la cara convertida en una mueca de furia se solto de la joven y en dos zancadas se metio entre los muchachotes y con un grito de NOOOO que parecia grito de guerra de tribu enemiga, le arrebato la bolsa de un tiron.
Si por un momentos los mios se quedaron quietos, impavidos, sin saber que hacer, uno de los mocetones la tomo del vestido intentando detenerla, se zafo de este, y otro manoteo una manga que crujio al abrirse la costura. Sin dudarlo le arrojo la bolsa a la muchacha que la tomo tambien sorprendida y sin saber que hacer mientras que ella se dio vuelta y con toda la furia que tenia -y al parecer era mucha- le dio a su aprehensor un golpe en pleno rostro y se zafaba de el. Menos mal que tenia un brazo malo me dije, porque de enerlo bueno el otro esta buscando un diente en la otra punta del mundo, mientras los locales ver el golpe y decir 'a ellos' fue una sola cosa pues todos se fueron encima del grupo, otro moceton le tomo el pelo y se quedo con algunas hebras de cabello en la mano, pero lamentablemente para la marineria debo confesar que quien mas rapido reacciono fue ella, que le clavo un codazo en las costillas (y menos mal que este brazo no estaba tambien muy bueno, me dije) mientras que algunos marineros recibian golpes. La francesa fue mas rapida, esquivo un golpe por agacharse a recoger una botella de barro de la arena y la levanto en arco golpeando la entrepierna de uno de los mas fornidos del grupo que puso los ojos en blanco y antes que los cerrara siquiera se la estrello sin piedad en la cabeza.
Vaya habilidades que desarrolla la pequeña nobleza de provincia en el exilio pense. Era un barro duro y la botella no se rompio, de modo que sirvio para darle un mandoble a otro en un brazo, mientras -ya era hora- los mios repartian lo suyo aunque a mano limpia. El muchachote que intento irse sobre Carolina que no sabia que hacer, recibio un saludo frances en forma de botellazo en la espalda que le debe haber mandado los pulmones al otro extremo de la isla, y sin dudarlo le cedio el arma a un marinero, remato al caido de un puntapie que lo dejo de cara sobre la arena y se echo a correr empujando a la joven y tomando la bolsa donde gritaban los gatitos.
Vaya habilidades que desarrolla la pequeña nobleza de provincia en el exilio pense. Era un barro duro y la botella no se rompio, de modo que sirvio para darle un mandoble a otro en un brazo, mientras -ya era hora- los mios repartian lo suyo aunque a mano limpia. El muchachote que intento irse sobre Carolina que no sabia que hacer, recibio un saludo frances en forma de botellazo en la espalda que le debe haber mandado los pulmones al otro extremo de la isla, y sin dudarlo le cedio el arma a un marinero, remato al caido de un puntapie que lo dejo de cara sobre la arena y se echo a correr empujando a la joven y tomando la bolsa donde gritaban los gatitos.
Para alguien que se mantiene en pie tan mal en cubierta sorprendio a todos verla correr encabezando la disparada, las faldas recogidas y la bolsa con los gatos apretada contra el pecho, aunque me dije que alguien cuya cabeza tiene precio, y no una vez, sino dos veces mas vale que sepa poner pies en polvorosa, no me extaño ver a la señora encabezando huida seguida por los nuestros, y perseguidos por los amigos o lo que fueran de los aporreados malvados. La carrera duro hasta que se encontraron con la procesion de la boda -que era en direccion contraria como les habian dicho-, donde se mezclaron con la bullanguera multitud, el otro gupo; los marineros contando la novedad y celebrando el gusto de la mujer por el barullo y su buena mano en las grescas, mientras reian y palmeaban mas que los de la procesion nupcial.
Supongo que el tamtam de esta playa funciona tan bien como cualquier otro porque casi en el mismo momento le llego al Capitan la noticia de la pelea, y maldiciendo su mala suerte se encamino con animo de 'pocas pulgas' al lugar donde acordaron encontrarse todos, solo que lo esperaba una bucolica escena campestre 'a la francaise'. Estaban todos juntos, sin risitas falsas, sin temor, sin señales de pelea,o fingir, los Jorsk y los otros matiromoniso charlando amablemente y comparando frutas... la francesa sentada en un escabel solo tenia de distinto el cabello suelto y una cestita sobre el regazo donde entre su panuelo metia una mano y la joven detras de ella. Ni un pintor hubiera logrado plasmar tanta tranquilidad; no parecia un grupo metido en una pelea que dejara heridos en una playa y maldijo a quien le diera el dato que lo hizo volver a toda prisa temiendo problemas con las autoridades, pues nada lo hacia desconfiar de su gente.
Ni siquiera cuando subiendo al bote, los locales los identificaron y en la otra punta de la playa un grupo empezo a correr; la subida al bote fue cai un parpadeo: metieron a las esposas en brazos dentro del bote, la joven y señora a toda prisa, los marineros empujaron como para mover un mundo y saltaron ya remando antes de sentarse con mas brio que si los persiguiera Caronte, mientras el grupo de tierra notaba que ni por esta ni por agua llegarian a ellos: esto si que es disimular bien una huida. El capitan no dio impotancia a la cesta en que la mujer metia la mano ni a la velocidad que remaban, era loable que quisieran aprovechar la marea.
Recien a bordo noto que algunos tenian algunos raspones, marcas, dos al menos con huellas de golpes que las gorras escondian, el pelo suelto de la francesa se debia a que del lado izquierdo lucia una lastimadura y tenia delatoras gotitas de sangre y al resbalar el chal barato revelo una manga del vestido y una costura reventadas que ponian en evidencia las enaguas.. La gresca habia sido verdadera cayo en cuenta, aunque le costaba creer que una joven, una mujer y no mas de 5 marineros hubieran dejado a un grupo de mocetones violentos con cabezas en mal estado, huesos rotos, con el arma magica de una botella de barro, cuando para terminar de armar el ramo un sonido delato que la cesta contenia dos gatitos pequeños, a quines ella acariaba y sostenia contra su pecho y ni por las tapas se le habia cruzado pedir permiso para tenerlos consigo y subirlos a bordo.
Casi me rei al tiempo que el, cuando comprendio que donde manda Madame, no manda ni Capitan ni marinero.
Ilustracion: Mascaron de proa de la Fragata Libertad, retoque digital.
Ilustracion: Mascaron de proa de la Fragata Libertad, retoque digital.