Silencio.

O el sonido del viento, que pasea libremente por la geografia sin importar como la han rotulado los humanos, ajeno a disputas, ajeno a todo, porque no conoce de diferencias, de naciones, ni de intereses.
Quizas si tenga bien en claro, que con las guerras, ni el vencedor gana. 
Hasta un best seller lo divulga a los cuatro vientos: el vencedor esta solo.
Puede dar sensacion de poder, de autoridad, de disponer, pero la realidad es que nadie gana: el miedo por los seres queridos, las lagrimas por los muertos, son las mismas aqui o alla.


No es que este año no se me halla ocurrido nada mejor que decir, solo que no llegaba a tiempo a hacer el honor merecido a los que quiero rescatar del olvido, una tradicion de vida mia ya; pero va siendo hora que en el lugar de los heroes y grandes del pais, se haga lugar para quienes no hace mucho dejaron lo de mas valor que tenian. Su vida.
Por ahora, solo silencio, no como forma de callar, sino como el mejor homenaje si no sale algo mejor con que embellecerlo, a aquellos que dejaron sus vidas en Malvinas, aquellas islas que en realidad, casi nunca fueron nuestras.

P/D: En ambos bandos, el numero de muertos por suicidio derivado de traumas psicologicos, supera al numero de caidos en batalla. Gran Bretaña registra mas muertos por mano propia de ex combatientes y soldados profesionales que tambien se quejan de la falta de atencion y contencion de su pais, un calco version Primer Mundo de lo que sucede por aqui.