Decian que no existía prueba alguna, que no había rastros de tu presencia. Que eras inencontrable, sin pruebas de tu paso por el mundo.Personas importantes, con textos y libros en su haber, y varios errores en el debe o como sea, la contabilidad no es lo mío.
Sólo sé de la alegría que me dío encontrarte, porque allí estabas. Quien sabe cuantos años llevabas esperando , esperando que cediera el racismo, la discriminación. Casi pude sentir como a través de lo único que nos separa, el tiempo, por fin nos habíamos encontrado, y que sin intermediarios nos presentabamos. Sólo había que buscarte.
Gracias, por haberme elegido para rescatarte del olvido.