Miss Lizzie Crabb, gata mezcla de Bosque Noruego y gato comun europeo, actual protagonista de la novela de Isabel Barcelo sobre la fundacion de Roma. Mi amada gatita.
Es blanca como la nieve, como un cisme, como la luz que dio Genesis al mundo, suave como desearia serlo la mas fina de las sedas, mullida y tibia como el consuelo oportuno y bien dado. Una mirada de sus ojos esmeralda puede hacerte cautivo por el resto de tu vida o desnudar tu alma hasta la medula, su dulce y poco audible voz suena como el tintineo de campanillas de plata que segun decian los celtas, anunciaban que algun alma habia llegado a ser un maestro iluminado o un angel. Su cola, una voluta de humo en constante moviviento, en alto como llevan la cabeza las gentes de bien pero con la gracia de un floreo, un eterno signo de pregunta como quien interroga al futuro que hay mas alla.
Sus patas peludas que extrañan la nieve para la cual fueron diseñadas, que pueden abrirse hasta un tamaño descomunal y transformarse en raquetas para nieve, patas que pueden tocarte con la delicadeza de una pluma, masajearte con teson y dedicacion, acariciarte hasta la fibra mas rota del alma porque te hacen saber que no estas solo en este mundo, que al menos ella te entiende. La nariz rosada si hace calor, blanca si hace frio, humeda y muelle que te toca dandote un beso como si te transfiriera algun poder sobrenatural, algun magico conjuro con el que estaras a salvo de cualquier mal en este o el otro mundo, un roce de angel. ¿Como pueden tantos dones entrar en el cuerpo de una gata?
El molde en que te forjaron, mi niña, no era un molde comun, quien sabe la zaga de grandes gatos que desde el incio de los tiempos se han venido reuniendo solo para en alguna noche, la luna se asomara a ser testigo de como un gato de prosapia nordica emparentado con los dioses, se diera cita con alguna gata europea -otro linaje milenario que se recorriera el continente y llegara otrora en algun bajel meciendose sobre las olas, oteando el horizonte desde las alturas de un mastelero- para dar inicio al rito que desde la noche de los tiempos da origen a la vida. Para engendrarte, niña mia. Y como dicen que Dios escribe recto con lineas torcidas, asi se inicio tu camino en este mundo, torcido y lleno de interrogantes, peligros y miedos, hasta que por fin pude verte, tenerte en mis manos y como todas las cosas, por un tiempo, fuiste mia.- Como todo en este mundo, transitoriamente: como lo es hasta la vida misma, no me importa sino me reconocen grandeza de animo, de espiritu, temple o como lo llamen al dolor agudo como el corte un desafilado puñal; solo se que te di lo mejor que podia darte: la libertad de vivir tu vida donde mejor estuvieras atendida y asegurarme que jamas volvieras a transitar por esas lineas torcidas de tu primera infancia, que tengas la seguridad por la que tanto clamamos a veces los humanos aunque nos veas tan grandes. Dejame decirte algo, el tamaño que ves no importa, lo que vale es la integridad que se tenga, y esta no es mas que una pequeña molecula, ni por asomo mas grande que la tuya: tu dignidad y la de los humanos es la misma, pero esa pequeña porcion que nos hace integros, de bien, es algo que no debemos negociar ni vender a ningun precio porque es lo unico que nos hace verdaderamente libres, aunque el precio de serlo nos deje el alma en hilachas.
Te quiero mucho, niña mia.