(II) Donde manda... (continuacion para dos semanas)

 N. de la A. No se empachen de una, LEANLO EN LAS CUOTAS QUE QUIERAN, tiene que durarles dos semanas... o hasta que termine mi cursada. De paso vean si sus impresiones coinciden...
 
Si bien  jamas se ha mostrado partidario de una ferrea disciplina donde la menor falta es castigada duramente, la reprimenda del capitan se esuchaba en la cubierta y mas alla de la estela supongo, mientras que en la popa, 'los muchachos' se daban a lanzar la corredera, quizas para disimular el mal rato,porque un robo es un robo y debe ser castigado aun el robo de alcohol y la borrachera siguiente. Ver el log y la cuerda y el gatito venir saltando tras la cuerda era una sola cosa, solo que siguio brincando camino a caer  por la borda. Sin saber caminar en cubierta fue un acto de arrojo temerario de Madame saltar, lanzarse hacia el pasamanos y atrapar el gato,  callendo al suelo cuan larga era. Si se hubiera destrincado toda la carga hubiera hecho menos ruido,  que interrumpio el rapapolvo y esta vez el grito de la autoridad se debe haber escuchado  hasta en el sol, pues era justo el momento de anunciar el castigo.

- ¿Quien es el idiota que esta interrumpiendo?- pregunto pensando en el grupo que media mi -falta de- velocidad. La mujer se levanto lo mas rapido que pudo, enredada en la cuerda, levanto la cabeza como si fuera la proxima a ser castigada, y con una calma que no sentia aseguro.

- Yo señor. Me cai- dio un paso al frente, y entre la cuerda del log que la tiraba en sentido contrario, se piso el ruedo del vestido; por un instante se bamboleo, pero ni penso en soltar al gato y volvio a caer golpeandose la cabeza  contra mis maderos. Eso debe haber dolido, a juzgar por el sonido como si me hubiera golpeado un melon, la verdad es que con tanto golpe ya tengo miedo que esta señora me habra un agujero en el casco.

Algo parecido  debe haber pensado el capitan porque sin bajar decibeles y dejando al ladron atado lo sentencio en un santiamen como dicen por estas aguas:

- Herre, en castigo por toda un semana le tocara limpiar jardines y sentina. Solo. Disfrute de su trabajo.- y arrojo el latigo que jamas usaba al suelo.

En realidad, Madame veia luces de colores y en el momento del golpe una serie de recuerdos paso en tropel por su mente: su madre llamandola por su nombre, su padre, sus hermanas, una huida en la noche disfrazada de varon a matacaballos, un infierno de muchos, muchisimos años, de modo que no tenia que impostar mucho una expresión dolorida: el dolor fisico y el moral competian a ver quien ganaba, aunque la sangre que le corria por el rostro ponia como ganador al dolor fisico.La ayudaron a sentarse en el suelo, desarticulada y atontada, por un momento  creyo ver a un fantasma del pasado y hasta lo llamo por su nombre, pero se encontro con  el capitan que le sostenia la cabeza y ni lerda ni perezosa opto por mantener una expresion de confusion. Sintio una serie de ordenes y un paño frio en la ceja, y otra vez un tropel de recuerdos al sentir que la llamaban, pero no por su nombre.

Todos opinaban que no podria abrir el ojo al dia siguiente, y  hasta el capitan estuvo de acuerdo que era lo mismo que recibir una tunda, cuando aparecio Carolina con una arqueta y por gestos pidio que le hicieran lugar. Le apreto la sien y comprobo como se ponia blanca al soltar, abrio la arqueta, le quito el paño al capitan para limpiar mas, saco un frasco y para asombro de todos le aplico dos sanguijuelas sobre el corte.

- Es una zona que  sangra mucho en el rostro- le explico al capitan en frances y a quien entendiera algo del idioma- aun esta sangrando bajo la piel, espero que sea suficiente con dos.-- y ante la mirada atonita de todos agrego- las sanguijuelas le sacaran la sangre por debajo del corte... sino mañana estara hinchado... violaceo- trato de hacerse entender.

Para interrupcion de un castigo, debo decir que estaba interesante la muestra de medicina y hasta atrajo mas gente que la disciplina pues se peleaban por ver.Los bichos duplicaron su tamaño y una se solto sola, la otra a la menor presion cedio y volvieron al frasco, mientras comprobaba que no necesitaba mas, y le aplicaba un unguento de olor penerante que espanto al gato. Fiel habia resultado el felino.

-Creo que deberias sentirte algo mareada- le dijo la muchacha en algun dialecto local-pues interrumpiste  el mejor momento del castigo- mientras se extendia en sus cuidados- creo que podra abrir los ojos bien mañana- le informo al capitan.- lo mejor es que descanse,  Espero que no se halla dañado mas el brazo.

- Por supuesto, dejeme que lo vea- ya sabia que la jovencita en materia de fracturas sabia, pero hasta que llego ella el unico experto era el capitan, cuando la joven le solto los lazos del puño y le levantaron las mangas,por mas capitan que fuera cuando intento ver si el hueso estaba bien, la primera reaccion fue quitar el brazo como si se hubiera escaldado. La chica, a riesgo que le robaran sus preciadas sanguijuelas la sostuvo mientras que ella   se obligaba a quedarse quieta mientras buscaban una  posible fractura en un brazo blanco como panza de pescado y delicado como el cristal mientras a tientas buscaban algun indicio de rotura.. Que pregunten en el puerto o la botella, pense; aunque con tanto golpe es casi milagroso que no se haya roto nada mas.

- ¿Necesita ayuda?- le pregunto a Carolina pues parecia a todos mas mareada de lo que en realidad estaba, la muchacha nego, mientras que la francesa bajandose la manga a toda prisa,tomo al gato que estaba a sus pies bautizandolo.

- Venga conmigo Mr. Log.- y apoyandose en la muchacha se puso de pie y si bien camina mal en cubierta su actuacion fue digna de elogio pues se volvio a pisar el ruedo del vestido arrugado y manchado,  tropezo con una maroma bien arrollada,  con un enjarretado, y hasta con el viento. Si sienten algun ruido abajo me dije, no me culpen a mi, que voy muy quietecito,  pero una vez desaparecida en mi interior no se escucho ruido alguno.

Iba muy quieto pero sonriente, esta vez si que terminaron de clavar el clavo... donde manda Madame o una mujer de arrestos no manda capitan ni marinero me repeti, aunque ellas tal vez nolo sepan. Una se ha ganado el respeto por  aporrear a unos asesinos frustrados con un hueso a punto de hacerse trizas, casi lanzarsei al agua por un gato; la otra por sus conocimeintos de medicina.Creo que la proxima vez voy a ser el primero en decirle 'I, I, Sir' a la primera dama que vea.