viernes, 3 de enero de 2014

Fiesta.

Fiesta  es fiesta

Todo, la previa a veces más importante que ésta, y el transcurso de la misma, ploma de a ratos, con sus baches: aburrimiento, tristeza, diversión, emoción o salgamos corriendo de aquí.

Fiesta es la previa que comienza días antes u horas según nivel adquisitivo o posibilidades: ir a la peluquería o peinarte como mejor se pueda o salga según habilidades, ver que   pilchas se pone una, imitar lo que publican  grandes medios y sus publicaciones –verdaderos catálogos de compra- o adecuar las existencias en placard, el maquillaje, los accesorios desde auténtica joyería para ocasiones especiales o el mas lindo aro de cobre-zinc made in China -mas conocido como latón- de la bijoux actual; como hace uno/a para en todo verse bien. Verse lindo/a, gustarse a uno/a misma en primer lugar y a los otros, porque en estos tiempos de metrosexuales, los chicos tambien le dedican unas horas a su acicalaje.

Fiesta es aguantar a los plomos, los pesados, los  cara de orto, ver que cocinas si se te dá o que aportas si sos como yo que el agua no se te evapora, se te quema.  Chusmear y que te critiquen. Sacar el cuero a destajo o que te lo saquen a pesar de todo lo que hayas hechos para verte hermosa (o intentarlo). Para pasarlo con los de y donde  siempre, ir a un restó fino de esos dónde más que pagar dejas un órgano, la cantina del  barrio, o porque no, sentarte en tu mesa pero transformada. Fiestas… como las que nunca más tendré cuando contaba años con los dedos de una mano.
Es correr  para esas benditas 12 de la noche, como en los cuentos de niños, a chocar tu copa con otro, familia, hermano, amigo, mortal enemigo, el que te saco el cuero y con quien querés. Surfear las horas luego del brindis hasta que el sueño te venza, o empezar la recorrida de saludos a los parientes, gran problema cuando las familias se agrandan. O cuando se achican.
Fiesta es quedarse en santa paz sin preocuparse de cocinar pero con algo para brindar a mano y que te sorprenda el nuevo día entre las sabanas desordenadas después de haber hecho estallar fuegos artificiales en las exiguas cuatro esquinas de tu cama junto a quien amas. O el sosiego de quedarte solo/a  brindando en santa paz –o agrandote a piñas, todo vale- con tu alma, porque es tu santa voluntad  o porque las circunstancias que son muchas así lo mandan.

El día siguiente es un mero feriado: un despertarse con resaca, dolores estomacales no descriptos por la medicina occidental u oriental, mal aliento, rimmel corrido las damas, eructos de rinocerontes los gentlemen, ganas de dormir como un lirón. Es tener la obligación de  visitar en ojotas y sin galas, parientes que se sienten de segunda porque no los fuiste a saludar después de brindar aunque fueran las 7 AM del 25 o del  1º, ya en pleno feriado.

Es la vuelta al pan de cada día y a la guerra fría, en la cocina y el dormitorio.
 ¿Qué hay para comer? Es la pregunta en ropa interior, camiseta, o horror de horrores en cueros los ex metrosexuales a la bruja de siempre, sin ganas de nada. Entre ensaladas rusas que estaban tan fantásticas y ricas que sobró un montón ,  frutas que flotan en el líquido parduzcas, pasadas. 
Como todo lo que sobrevive a su momento de gloria, se han vuelto decadentes y justifican su nombre de sobras.  Eso no es una fiesta. Es un feriado en que todo languidece y se arrastra en espera del nuevo día, perdido entre los brillos del ayer  y el incierto mañana. El que llame a eso fiesta…. Esta crazy.

16 comentarios:

La Gata Coqueta dijo...



Escribes de tal manera que los demás aman leerte,
piensas de tal manera que los demás aman seguir tus pasos…

En este momento te estoy leyendo y a través del texto transmites
el incalculable valor emocional que poseen tus letras,
que emanan del alma, como un ser excepcional que eres…

¡¡Feliz fin de semana y un abrazo de luz para ti!!

Atte.
María del Carmen



LA ZARZAMORA dijo...

Sonrío.
Sí mucho de eso hay, linda.
Por eso hace años que me limito ya sea a pasarlas sola o bien con los que de verdad quiero y son un valor seguro por el que apostar que la fiesta es y será algo que nos haga felices al menos el poco tiempo que dure.
Solemos hacer lo justo y luego salir para la calle, y recoger antes, para que al día siguiente un buen caldo nuevo y regenerado nos caliente el cuerpo...

Feliz entrada en año, bella y sabia mujer.
Un beso.

Miguelo dijo...

Personalmente las fiestas de navidad no me gustan nada. Son muy falsas, fingidas, obligadas. Hay que tratar con absoluta familiaridad que gente que solo ves una vez al año... Y ademas siempre falta gente...

Alejandra Sotelo Faderland dijo...

Gatita, yo que he dado catedra de mala educación, meses desaparecida dado que estaba con otros proyectos, te juro que siento que le he perdido la mano (al teclado de la pc) a escribir. Ni que decir a mano, je.
El otro proyecto salio bastante bien, solo que fue ad honorem, aunque eso si, cobre panzadas de risas y eso no tiene precio!

Alejandra Sotelo Faderland dijo...

Zarzamora, veo que tienes el mismo gustillo que yo, el humor negro. Me has hecho reflexionar y reir con tu escrito, tanto que creo que los grupos que reclaman por el aborto legal para no morir deberian usarlo, pero ahora que todo el mundo tiene una foto de Bergoglio hasta en el baño (muchos no nos olvidamos quien es, una cosa era de negro y otra es de blanco) es un tema que seguira costando muchas vidas y lo que no ven es que cuesta la vida no de un ser que puede ser, sino de uno que ya es: la madre.
Mierda, con eso no se puede hacer humor.

Alejandra Sotelo Faderland dijo...

Miguelo, precisamente de eso se trata, de fiestas que mas que el sentido que tengan para los mas o menos religiosos se han transformado en una pre, durante y post produccion, quedando para el toro dia una mala resaca. Lo que se dice un embole total.
Desde ya gracias por la visita y cuando guste la casa esta siempre abierta con entrada libre y gratuita. Tragos no hay, no hay forma que la web dispense algo.

Patricia dijo...

Feliz 2014!! (sonido de trompetas!!)
Si, si despierte que la resaca se acabaaa...Habra que seguir adelante con fiesta o sin ella (ahh abrire tu ventana al sol)ji ji ji...
Me alegro mucho encontrarte nuevamente!! No hace mucho regreso al blog y estoy aun en proceso de "habituarme" nuevamente je je...tu post me regalo miles de sonrisas, tienes un arte maravilloso!!Me dejaste reflexionando.
Besos,

Gizela dijo...

Muy buena radiografía de Fiestas jajajaja
Me reservo, para no mortificarme, decir la que más me hubiese gustado haber tenido jajaja!!

Así que lo que si te dejo, con sinceras fiestas de mi corazón, son mis deseos, para que la resaca existencial, que embarcaremos en estos nuevos 12 meses, esté cargada de lo mejor de lo mejor!!

Besossss, genial escritora!!!!

Tatiana Aguilera dijo...

Fiesta...y llegan los invitados formales y bien dispuestos. Ellos: guapos por el solo hecho de afeitarse y de elegir una colonia de marca. Ellas: con vestidos vistosos, zapatos -que más de alguna vez quisiéramos calzar para regalarnos un gustazo-; ¿por qué será que la vista es más que obcecada cuando observamos a nuestras congéneres?; pero entonces sucede lo más espectacular, la vista se nos instala en aquel collar de perlas que soñamos y que por más que ahorremos no logramos comprar, -en todo caso tengo el consuelo de que mi hijo me lo tiene ofrecido como regalo- eso si el pobre recién comienza a estudiar así que de aquí a que termine su carrera y trabaje ufff. En fin que, sigamos con los invitados, como es una fecha especial no faltan los niños de la pareja, un diablillo que al juntarse con el mío se transforman en dos especímenes de infarto. Les sirvo bebida y como siempre terminan derramándola en el sillón. La invitada un poco nerviosa por lo sucedido se le escapan las copas de las manos -que gentilmente se había ofrecido para servir el esperado champagne- y van a parar al piso. Allá van mis adoradas copas de color que con tanto cariño reservo para determinadas ocasiones. Pasado el trance e intentando que todo vuelva a la normalidad los dejo sonriendo y alegres comiendo picadillo -que espero les dure lo suficiente-, y entro a la cocina. Atrás quedaba la pintora y aprendiz de escritora, ahora era la cocinera para todas aquellas bocas que con ansias esperaban mi carne al jugo. Y si algo tenemos las mujeres en general que frente a situaciones límites sacamos nuestra mejor cara y con ingenio solucionamos todo. Colocado el delantal, y la carne en el horno, comienzo con el aderezo de las diez ensaladas que se me ocurrió ofrecer -no sé en que lapsus de locura- es que simplemente parecía pulpo aliñando e intentando que los sabores fuesen lo más espectaculares, de repente un: "¿Necesitas ayuda?, y mi respuesta lo más diplomática posible: "No, si estoy casi lista". Lista, uff, si debía preparar además de las entradas, alistar las ensaladas para servir. Y como no faltan los hombres -nativos arcaicos y con tendencia a la desubicación- que entran a la cocina exclusivamente para saber si ya pueden avisar a los comensales que se sienten a la mesa. ¡Soberana ayuda!. A esas alturas mi peinado que me había costado una hora en la peluquería estaba casi desarmado y mi pantalón que tanto protegía con el delantal se había manchado, porque el jugo de la carne había escurrido por el único lugar donde el delantal se abría. Lo del peinado, pues lo solucioné dejando que el efecto gravedad arreglara mis cabellos, así que como los pobres están acostumbrados a la clásica raya del medio, así quedaron.
¡Fiesta!....Perdona por la catarsis Alejandra....Un abrazo siempre querida trasandina.

Anónimo dijo...

Jejejeje ¡Todo un retrato, Alejandra! Mis últimas fiestas significan trabajo, lo que tampoco está mal.
Y además te permite contemplar la fiesta de los demás desde las bambalinas, lo que siempre resulta muy interesante.

Alejandra Sotelo Faderland dijo...

Gizela, esta vez me has hecho reir con tu fiesta, y tu pobre peinado que se desarmo en la cocina. A veces uno quiere hacer demasiadas cosas a la vez y no se puede. A veces es mejor dejar el menu en manos de los chicos: un asado y que suden ellos.
De pilchas, si me quede extasiada mirando a otras, perlas no tengo ni nadie me las ha prometido, y de zapatos andamos mal, ni para gustazos. La foto oficial de la Navidad me muestra con un pañuelo en la cabeza para que no se note la falta de peluqueria, y la de Año Nuevo, yo con mis gatas es de ropa de puro algodond onda hippie, y mi pelo como siempre fue para donde quiso, es decir, una escoba electrocutada como siempre.

Alejandra Sotelo Faderland dijo...

Gizela, comparo tus fotos con las mias y me pongo a llorar.
Ni familia ni amigos se acordaron de mi para Año Nuevo, y es mas hasta para el ultimo dispararon municion gruesa contra mi para ponerme mas triste.

Alejandra Sotelo Faderland dijo...

Patricia, cuanto me alegro que vayas volviendo al ruedo, me encanto tu año bailado.

Alejandra Sotelo Faderland dijo...

Xibelius, me encantaria pasarlo trabajando, y espiando otros, lo juro.

María dijo...

Las fiestas también se visten de trabajo, como todo en la vida, todo tiene su cara y su cruz, a mí me ha tocado este año trabajar en la cocina jajaja pero contenta porque hemos estado todos juntos y la familia feliz y contenta, además, siempre tiene que haber invitados y gente que lo trabaje para ellos.

Te deseo un feliz año 2014, ¿y sabes? me ha alegrado mucho volverte a ver por mi blog y saberte por aquí, gracias.

Un beso.

La Gata Coqueta dijo...



Me siento transportada a un lugar...

Donde la cordialidad y el sentimiento de la amistad hacen la presencia de sus virtudes.
Me siento rodeada de amigos que lo demuestran a diario con el corazón!!
Me siento y me he sentido, altamente emocionada al recibir cada una de las caricias afectivas el día del cumpleaños y en este momento quiero hacértelo llegar a través del silencio y la estima de las palabras…

Besos y abrazos multicolores para ti, que has hecho posible que bailara mi corazón el vals de la alegría durante todo ese día y parte del otro…

¡¡Un bonito martes para ti y familia!!

Atte.
María Del Carmen