viernes, 4 de marzo de 2011

Hasta que se te deshilache el alma.

¿Que harias, si supieras que en inferioridad de condiciones, cuando todo el humano cuerpo clama por reposo, deberas presentar batalla, que todos te dicen tienes pocas chances, por no decirte que vas a perder hasta que se te deshilache el alma?

Algunos se guardarian de obedecer y acatar, por no buscarse mas problemas o ahorrarse sufrimiento aunque luego le salgan chispas de los dientes apretados de la bronca de verse una vez mas, sometidos. Otros, mas ilusos y confiados, no en las propias fuerzas ni en las que deberian estar de tu parte y resultan que son solo pura palabreria, sino en la confianza que nace del recto obrar, de tener el corazon liviano por hacer todo lo mejor posible, no somos de resignarnos asi como asi, y aun temblando de cansancio, extenuacion, aunque no quede una hilacha ni del cuerpo ni del alma, nos negamos a decir: 'si, amito'.
La parte dura de hacer lo correcto.

7 comentarios:

Nacida en África dijo...

Mi querida Alejandra: Comprendo cada una de tus palabras porque la vida a veces nos pone en tesituras muy difíciles de resolver y en esos momentos,lo único que importa es lo que te dice el corazón. Aunque el cuerpo esté agotado, aunque creas quelas fuerzas se extinguieron, a pesar de todo eso, saca pecho y sigue adeelante. Hay que subir montañas pero la recompensa la tienes al llegar a la cima.

Brisas y besos.

Malena

Alejandra Sotelo Faderland dijo...

Hay momentos en la vida en que parece que se empeñaran las cosas en causarte un dolor infinito como si un sadico torturador buscase por que refinados medios causarte el maximo dolor posible para su regodeo.

Alejandra Sotelo Faderland dijo...

Gracias Maria del Carmen, desde lo mas hondo, profundo y oscuro de esas negras noches del alma, mil gracias. El porque estan los maigos que estan por cualquier via es algo que debo agradecer dia a dia.

Ana di Cesare dijo...

Cierta vez, en una situación extremadamente complicada que me traía a mal traer, un amigo, dado mi caracter rebelde,me dijo:
Lo sabio es ser como el junco, que cuando viene la tormenta sabe adaptarse al viento. Al día siguiente continúa vivo.
El roble, en cambio, resiste con todas sus fuerzas, se opone, quiere vencer al viento y termina arrancado, con sus raices deshechas.

Hay momentos para pelear, otros para resistir pergeñiando una estrategia que nos deje salvarnos junto a nuestro deseo.

fgiucich dijo...

Yo , pelearía hasta el final y si necesario fuere, con malas artes también. Abrazos.

Alejandra Sotelo Faderland dijo...

Eso ultimo me gusto Fer. Es sabido que no tengo alma de sometimiento y que el a la orden señor no lo tengo facil.

María dijo...

Hay momentos en la vida muy duros, Alejandra.

Un beso.