Todo empezó no con una, sinó con tres rupturas; solo que durante la última, no sé donde me salio una voz que venia de tan adentro, tan ajena e irreconocible que parecia salirme del útero, que dijo: bueno, entonces yo me voy al mar....
Los ingleses todo lo arreglamos con un viaje, dicen.... y con tres rupturas una tras otra, la última excusa de las dos anteriores sin que los primeros tuvieran arte ni parte, daba como para irme a la China, con un solo problema. Una cosa es decirlo, otra es hacerlo. Detalles nimios como la logisica para quien no puede llevar ni tres kg. de peso, hasta llegar al vil metal se interponian en el camino de lo que habia dicho y queria hacer. Hice cuentas, consulte cientos de paginas vía web, hice números y mas números. Definitivamente, para China quedaba fuera de alcance por esta vez, y atenernos al plan dicho: el mar (antes que me ponga a escribir de barcos, que por cierto había y muchos).
Así fue como saqué pasaje vía terrestre, reserve en el hostel mas barato que tenia lugar porque me tocaba un fin de semana largo o puente y estaba todo lleno donde yo quería ir, dejándome paz y tranquilidad solo la logística. Para quien se ha mudado durante sus primeros años a razón de una vez cada dos años como mucho, es una pavada, lo complicado era el tema del peso que mis huesos pueden cargar, algo mínimo.
La ropa la resolvi con un poco de humor: la bikini oficiaba de lingerie, medias largas porque haria frio por las noches las llevaba puestas, arriba las calzas y más arriba el único pantalón que viajaría. Parte superior de esto iba una remera de mangas largas, una musculosa como chaleco, el único pulover en el brazo y puesto el saco de abrigo, pañuelo al cuello, el otro cumplia funciones de vincha, las zapatillas en uso.
En el bolso iba la verdadera lingerie, algunas remeras mas, incluso una camisa de raso que no pesa nada, la pollera de seda pareo y lona de playa a la vez, dos calzas, chatitas, ojotas y la cosmética reducida a: bloqueador solar -cosa inutil que he llevado-, alguna crema hidratante apaga incendios del sol,el cepillo de dientes, el del pelo, y un perfume que descargue en un gotero de plástico de pocos mililitros. Justo en el limite. No me pregunten donde iba el dinero y la tarjeta de credito, porque se están metiendo mucho en mi intimidad.
El exiguo equipaje entró en un bolsito marinero -herencia de una agencia de viajes en otras épocas- sumado a un morral donde amuche la cámara de fotos, el telefono todavía bobo pero que el aire de mar le sentaría tan bien que volvería inteligente; y estaba lista a irme unos días y me quedé el doble. Se vé que tanto esfuerzo con el equipaje me dejó muerta porque ni bien me senté en mi butaca, no alcanzo la unidad de colectivo de larga distancia clase economy a ponerse en marcha que ya estaba dormitando, abri el ojo para ver pasar la ciudad y cuando lo abrí de nuevo pregunté donde estábamos. La respuesta de los pasajeros fue un lacónico "Llegamos".
Welcome to MDP, Alyx me dije.Si se puede ser feliz con tan pocas cosas y lo mas importante aún, con menos metálico, la respuesta es sí.
8 comentarios:
No es la mejor de las entradas, pero va como introduccion de lo que fueron unas vacaciones donde del dicho al hecho hubo muy poco trecho, menos de 48 hs. y en marcha.Prometo que las proximas serna mejores.
Poco equipaje y poco dinero, pero el espíritu por delante, adelante mi apreciable Alexandra.
Un abrazo
Nada como unas merecidas vacaciones querida escritora. Yo tuve las mías -siempre con gusto a poco pero es lo que se pudo-. Lo que parece preocupante son tus tres rupturas mujer, solo espero que encuentres el definitivo, aunque me temo que sufras el síndrome de la mujer inteligente que ofusca al macho reproductor...
Gracias por el comentario, es que siempre me alegras el día. Tienes un sentido del humor increíble y salvaje de divertido.
Besos.
Taty, las rupturas fueron con damas, lamento decirte. Con una conocida escritora y periodista que me dio las de villadiego porque le podia hacer competencia a ella, si bien yo me desempeñaba como fotografa y diseñadora de sus libros de fin de curso; nunca me dio lugar como escritora. La otra con su ayudante que me plagio y lo publico en todo medio que encontro, y con la que coordina la entidad de estos cursos.
De machos, te dire que ni con 1300 hombres en el puerto, hubo suerte para pescar uno aunque fuere para pasar un ratito...
Sin duda, no hay nada que no se arreglue con un viaje mi linda amiga, en eso hay que ser lo más "British" posible, es por eso que hoy me encuentro por una semana en Montevideo, sin posibilidades de cruzar el Río esta vez, pero cuando lo haga te aviso con tiempo.
Salúdame a Miss Lizzie y su hermanita, dile que el atún de lata también sirve para darse un gustito, el salmón ya sabemos que es un despropósito, por suerte en Chile lo producimos en abundancia y me puedo dar gusto con medio kilo!
Espero sinceramente no perderme esas velas esta vez. Sueño algún día poder ir a Bergen a ver la regata del mes de julio! Eso sí sería un viaje!
Y a mi me encantó tu "introducción al tema vacaciones" así es como hay que viajar, ligera de equipaje, sin perder la prestancia y con unas gotas de Chanel, just in case!
Ahora te entiendo, es que las peleas con nuestras congéneres son más terribles, porque nos entregamos como amigas y duele en el alma las traiciones. Sigue adelante mujer. Tienes talento y un tipo de ironía que es necesaria y adictiva.
Abrazos desde mi movido terruño.
Ay Pamela, Miss Lizzie ha salido fina y no se conforma con poco, come atun, pero si hay pescado, el que sea, desde sardina a caviar, hay que convidarle.
Ir a Bergen, bueno, espera un poco mas y cuando este mas canchera con velas y vientos, quizas hasta podamos secuestrar un barquito, eso si, a bordo, los gatos son sagrados segun contaban mis tios.
Tal cual, Taty, tal cual....
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