Las playas del sur de la Perla del Atlántico. |
Ahora en medio de los días grises y lluviosos del otoño, el
mar parece una cosa lejana a la mayoría de las personas, esas que se pasan el
dia en la arena y apenas se mojan los pies. El estío es un recuerdo de pasado
buen tiempo hasta para los que fuimos a visitarlo cuando el verano ya perdia el
nombre.
Ni osada ni amante de las emociones fuertes –porque con el
machismo del castellano, aventurera puede ser mal interpretado- mi ía junto a
las olas fue lisa y llanamente algo mucho peor: realista.
Quizas debería empezar por pedir disculpas a todos aquellos
que no se dieron cuenta hasta muy tarde y casi mueren de un soponcio de verme
en lugares inesperados, lanzarme al abordaje de navíos y por muy poco –maldita
lluvia- hasta disparar un arma…
Si bien reconozco mi gusto por los viajes y el turismo, que
nada tienen que ver con quedarme echada en la arena como un lagarto para
mojarme luego los pies para remojar callos al estilo de este país (aunque dias de playa tuve), tampoco
tengo pasión por los deportes extremos y si bien lo que diga cada cual con
lengua no me quita el sueño, tampoco tengo ganas de meter en once varas a los
que nada tienen que ver con mi quehacer.
Una vista a través del bauprés. |
Dicho en buen cristiano, nunca tuve la menor intención de despeinarme
para parecerme a la Medusa mientras me mecía el viento usando una vela
trinquete como hamaca paraguaya, acalambrarme los pies descalzos en medio del
frio corriendo el riesgo de darme un baño nocturno en agua de mar helada, mostrar
mi agilidad para pasar de un barco a otro ante la cara de asombro de los del
metier, o en el peor de los casos descogotarme si me caía. Al menos ya iba con
experiencia en disparar armas de avancarga de otros siglos, lo cual en su
momento fue menester confesar por el olor a pólvora impregnado y no había
riesgos de organizar una auténtica batalla naval.
Partida del Cisne Branco de Brasil. |
Solo se necesitaba un poco de la comprensión de los hermanos
países vecinos, dado que el tamaño de sus embarcaciones se aproximaba un poco más
a la realidad de lo que a mí me toca corregir, y si bien del tema conozco algo
y puedo imaginar algunas cosas, hay diferencia más que notoria entre una
imaginación a todo trapo como la mía y la realidad. Necesitaba sentir, recordar
los alfilerazos de las ráfagas del helado viento nocturno que no solo me dejo en
aparicencia hecha una bruja, sino que ante mi vista un pañuelo de seda empezó el
proceso de desarmar su trama ante mis ojos con lo que no había sido una dulce caricia
de Eolo. Puedo imaginar el miedo y el vértigo de quien se enfrenta por primera
vez en su vida a la altura, salvo que es notoria la diferencia entre estar
parada en lo lo más bajo de las alturas accesibles y mirar hacia abajo (eso que dicen mil veces que no
hay que hacer) y la verdad es que si el estómago no se retuerce de un sano
temor, las neuronas gritan todas al mismo tiempo ¡PELIGRO! porque al agua se la
ve realmente muy lejos. No es lo mismo
imaginar el frio de quien está parado sobre una vela que –diferencias de
materiales de por medio- sentir bajo la planta de los pies desnudos los
dobleces que se amoldan al pie o le molestan, la humedad que transmite y la dificultad de moverse con rapidez sobre ellas y hasta de hacerse comprender con otros desde allí pese a la quietud de
las amarras.
Pasar de un barco a otro con un pareo de seda que arremolina
el viento, algo sencillo hoy para mí al mismo nivel, pero imaginar a damas de otras épocas con
sus trajes por sencillos que fuesen que
no podían ver sus pies, cuidandolos de
roturas amén de no mostrar las piernas subiendo y bajando en condiciones de precaiedad extrema era una hazaña invaluada en esa y esta
época.
Barrio Los Troncos, barrio residencial para soñar. |
Supongo que muchos escritores no se toman ni la mitad del
trabajo, gusto o aventura y se largan a escribir ya sea sin ton ni son o lo que
les pinta, es así como he encontrado errores garrafales en muchos –recomendados
por las máximas autoridades- que me dan ganas de cometer un doble homicidio:
autor y editor por delito de falta de conocimiento que puede encontrar en otro
libro sin tener que ponerse en el límite de su capacidad de aventura. Llegado
el caso puedo decir que ambos me juraron que el arma tenia balas de salva y
estoy practicando para mi próximo thriller que se llamará “Matando ignorancia” y que por mis tropelías, los días de playa y paseos que Neptuno me perdone.
12 comentarios:
Buenas tardes, esta vez un coletazo del verano que se nos va aqui por el Hemisferio Sur.
Lejano se lo siente al estio y todo lo que traia.
Alejandra Encantador este Post no sabía nada de este interesante blog Saludos
http://creatividadeimaginacinfotosdejosramn.blogspot.com.es/
Me ha gustado tanto el texto como las fotos, ya que son muy bonitas. Pues ya ves, por aquí al revés, ahora dentro de cuatro días ya tenemos el verano encima.
Muchas gracias por tu visita.
Saludos desde Valencia.
Encantada de leer tus andares por tierra y mar. Gracias por tu visita y comentario. Abrazos
Creo que le caés muy bien a Neptuno, Alyx… Y ciertamente, si para nosotras, con atuendos navy es dificultoso navegar, para las viejas damas con sus trajes complejos, debió ser más que un reto. No sin razón algunas directamente se vestían con ropa masculina, arriesgando su reputación en ese acto.
Un abrazo!
El tema Susana era no mostrar las piernas, tema tabu en viejos tiempos. Las chicas vestidas de hombre son mas que una leyenda una realidad documentada. Mas aun en los viejos navios de madera donde el pasar de una barcaza al buque era un acto de riesgo que muchas hicieron con sus hijos en brazos.
Ligia, como veras,siempre me doy una vuelta por blogs amigos. que disfruten el verano que viene para uds. y que nos sea leva a nos con el frio. brrr.
Rafa Henandez, la casa virtual tiene entrada libre y gratuita... uando guste bienvenido.
¿Matando ignorancia?
¿Será tipo manual? jajaja!!
Ya veo que el frio, se está acercando a tu lado de la luna.En cambio aquí de mi lado, ya suenan los pasos de ardoroso sol de verano
Buen texto ESCRITORA!
Besotesss y feliz semana Santa
mAS BIEN UN CURSO SERIADO EN 20 TOMOS, GIZELLA.
Sonrío...
Y con tu permiso, seguinos navegando,
Sí??
Besazo, Ale.
seguiMos..
:P
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